miércoles, 4 de abril de 2012

Recibir la soledad

El tiempo se va, como el alpiste en el harnero,
cuento los días, quiero que pasen y que sean así.
Pero no quiero volver y que el camino sea corto. 

Busco el camino largo, cargado de recuerdos y abundante en nostalgia,
de mano de la Soldedad, cuando se me presenta inevitable,
le converso y me conversa, y nos reímos y lloramos.
No le hago el quite, no me arranco ni me persigue,
la dejo entrar, se sienta conmigo,
me cuida el sueño cuando se acuesta a mi lado
y es que es buena compañera (cuando no se queda más de lo deseado).

El tiempo se me escurre como alpiste en el harnero
ahora bien acompañado
ya no quisiera que fuera así.